La voz del hincha Auriverde

La voz del hincha Auriverde por Gabriel Barreiro,

Cada tanto los muchachos de CERRISTONES, suben hasta lo alto del Campanario del Santuario, la iglesia del barrio, para consultarme como viejo y milenario duende, que he sabido compartir las vivencias de numerosísimas generaciones que transitaron por el Cerrito de la Victoria.-


Hoy estuvieron por acá alto en la torre, ya que en el barrio se discute por parte de algunos la pertenencia o no al mismo de cierta entidad deportiva.-



Yo, que todo lo he visto y escuchado, desde mi privilegiado altar en el barrio, además de una directa conección con el confesionario, doy como siempre y después de mucho meditar una explicación, una opinión que surge de la sabiduría que enmarcan los ladrillos de tan solemne recinto.-

Respecto a la pregunta que los chicos me han realizado, debe decirles de corazón, que numerosísimos clubes han pertenecido al Cerrito, ya que geográficamente se instalaron dentro de los márgenes del barrio, muchos desaparecieron con el devenir de la historia y otros se cayeron de la zona de influencia para nunca más volver. Es decir, la pertenencia o no de una entidad, en este caso deportiva, lo da el poderío o la fuerza de convocatoria que se tenga en la zona de residencia, es así que en los últimos 50 años el único club deportivo que ha demostrado ese poder de atracción sobre las masas es el Club Sportivo Cerrito, quedando demostrado una y otra vez, en el sentimiento de la gente que pasa por este recinto sagrado, pidiéndole favores al de allá arriba, para que las cosas rueden en auriverde los trescientos sesenta y cinco dias del año.-

Como Uds. son grandes, muchachos de la CERRISTONES, y ya no creen en papá noel, les sugiero que con la sana y sabia opinión de este duende, avalada por los vecinos más antiguos del barrio, lleven esta palabra de puerta en puerta de casa en casa, para así hacer cada día más grande el club que representa este lugar: Cerrito de la Victoria.-

Que participen en las múltiples actividades, que vayan a alentar partido a partido y sientan al de al lado como su hermano de sangre, el que comparte la pasión y el amor por los mismos colores..., invitense, formen grupos y pinten el barrio de verde y amarillo, así los peregrinos y visitantes que llegan hasta este recinto, sabrán quien es el dueño del barrio y por quién suspiran sus habitantes...

Esperando haber evacuado vuestra consulta se despide hasta la próxima:



EL DUENDE DEL CAMPANARIO